FRACASO, O NO FRACASO?
¡Quien madruga, Dios le ayuda!...
pero….¡No por mucho madrugar amanece más temprano!; Ya la hemos liado,
entonces, madrugo o no madrugo?, intento reflejar lo que me pasa o nos pasa con
tantas teorías existentes en la red, libros, artículos, etc, sobre el fracaso,
la equivocación, cometer errores, llámalo como quieras, la mayoría decimos
“Cagarla”.
Fracasar es parte del proceso de
crecimiento personal y/o profesional, nadie puede avanzar y prosperar si no ha
fracasado y cometido errores, no puedes valorar el éxito en su justa medida si
antes no te has equivocado y errado en varias parcelas de tu vida y además
tienes que asumir el fracaso, entenderlo, incluso hacerlo “público” para que la
lección sea eficaz. Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto, socialmente hablando,
aceptar como algo vital el fracaso propio?, ¡ojo!, el fracaso ajeno nos encanta
ya que nos proporciona horas de divertida crítica y sátira.
Un ejemplo futbolístico,
socialmente hablando: el error del delantero frente al gol, está socialmente
aceptado, con algún ¡Huyyyy! y algún improperio para soltar estrés, pero al
final del partido, casi está olvidado; pero en cambio el error del portero
cuando le meten un gol es un caso de crucificción, de darle recuerdos a la
familia del portero en especial a su madre y si lo tienes delante en ese
momento hasta lo linchas.
Un ejemplo más rutinario del día
a día de todos nosotros serían equivocaciones en marcar un número de móvil, un
WhatsApp a la persona equivocada, un e-mail mal enviado, no hacer o darle el
bocadillo a l@s nin@s, pasarte la calle de destino, vamos lo que nos pasa a
todos en alguna ocasión, todo esto y muchas más cosas, están social y
personalmente aceptadas (como el delantero de fútbol), en cambio los fracasos y
errores profesionales, sobre todo el emprender y fracasar no es aceptado por
nadie (como el portero de fútbol), vivimos en una sociedad española donde la
mayoría está en paro, donde el trabajo por cuenta ajena es una utopía y un
recuerdo lejano, donde cabezas pensantes no paran de repetir que hay que intentarlo
hacerlo, tirarse a la piscina del autoempleo, que tenemos que perder el miedo
al fracaso porque en otros países valoran mucho el haber fracasado en
anteriores trabajos y empresas propias, pero yo digo que en la sociedad actual,
todavía no llegamos al final del recorrido, al final de asimilar tod@s que
fracasar es un paso más.
Intenta decir en una entrevista
de trabajo o en tu currículum los fracasos y errores que te preceden, verás lo
que te pasa, anda que te van a valorar positivamente, ja y ja. La positividad
del fracaso como la experiencia, aprendizaje, vivir una etapa más, crecimiento
personal y profesional todo esto no lo valora nadie, por mucho que se empeñen
las cabezas pensantes en vender libros, salir por televisión y publicar
artículos.
Y es cierto que quedarse quieto,
no arriesgar, esperar y verlas venir, no es la solución, entonces debemos
luchar, arriesgar y hacer el proceso entero de aquello que la sociedad nos
empeñamos en denominar éxito.
Como decía un amigo mío: La
gloria es para los valientes, el fracaso para los cobardes y el cementerio
está lleno de valientes, qué hago entonces? Fracaso o no fracaso?
A VENDER, QUE SON DOS
DÍAS.
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