martes, 25 de marzo de 2014

SALTA !!!

SALTA!!!

Espera, espera… antes de SALTAR lee el artículo, luego decides, ok? Gracias.

He leído algo en las redes sociales de que en España le damos demasiada importancia a los títulos, en este caso me refiero a títulos universitarios, pero sí, a los demás también, ya que un buen título en la tarjeta de visita nos gusta – Director General Manager de fiestukis de weekends – CEO de servicios y aseos – Business Development de pamplinas, etc.

A lo que voy, todos, y digo todos estamos como locos por un título de carrera, másters del universo y demás, no lo digo yo, que también, solo hay que ver las ofertas de empleo que circulan por la red. Para realizar un trabajo mediocre, de aprendiz, a media jornada, quizás a horas te piden el oro y el moro; si pueden ser dos títulos mejor que uno, idiomas a cascoporro, másters un saco lleno, experiencia (experiencia dice, jajaja), conocimientos de programas informáticos a nivel ingeniero nuclear, etc; todo esto es lo que piden, que por pedir…. Pero vamos nosotros y nos volvemos locos por formarnos, invirtiendo tiempo y dinero – que si el tiempo es oro, no sé que sale más caro – estudiando hasta dos o tres idiomas al tiempo, ojo que la decisión tampoco es sencilla, que si estudio Chino porque serán los próximos dueños del mundo, Alemán porque son los actuales dueños de Europa, Ruso porque el sector turístico e inmobiliario depende de eso, Francés e Inglés porque ya vienen en el chip según los empresarios, Italiano para ligar… con tanto idioma al final no sabremos en qué pensar, bueno.. sí que lo sé, pero mejor no lo digo.

Es un “quiero más y más y más” que alimentamos entre todos, tanto los curritos, desempleados, empresarios, pymes y demás; curioso observar cómo por una parte está el tema de los títulos y por otro nos ponen ejemplos de éxito de personas que interrumpieron sus estudios universitarios o simplemente no fueron a la universidad como Mark Zuckemberg, Henry Ford, Bill Gates, Steve Jobs y otros más que ganaron su primer millón siendo unos críos. Eso sí, a los exitosos les llaman después de las universidades para “darles” el título “Honoris Causa”, supongo que para justificar que otros millones de personas inviertan en sus universidades y seguir el juego.

Y yo me pregunto, ¿si los ejemplos de éxito no terminaron su preparación y saltaron a por su sueño, sería porque al decidirse a saltar se dieron cuenta que estaban preparados?, es decir, nos preparamos para dar el salto, pero quizá si damos el salto nos damos cuenta que tenemos preparación, no toda pero si la necesaria para saltar y recorrer el camino, retroalimentarse de la experiencia y de esos errores que dicen que son de los que más aprendes. También está el poder aprender de la experiencia  de otros que recorrieron el camino antes que tu, profesionales diablos que saben más por viejos que por diablos y que además sus conocimientos son concretos, prácticos y de total eficacia, eso sí, no te dan un título con la firma del rector, pero los conocimientos adquiridos son vitales en tu profesión.

La decisión que tomes es importante y mucho más importante es que tomes una decisión, decidir dar el salto será de las cosas más importantes que hagas, no es fácil, te prometo que no es nada fácil, es más, quizás cuando estés por el aire, una vez dado el salto,  todavía te estés planteando si saltar y no te darás cuenta que has saltado hasta que tengas esas cosquillas o mariposas en el estómago en el momento que empieces a descender, como en una montaña rusa, pero dicen que la sensación que tienes cuando dices eso de “fue difícil, pero lo conseguí” no se paga ni con la MasterCard.

Bueno, ¿Qué decides? ¿Saltas?


A VENDER,  QUE SON DOS DÍAS.

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