VENCE TU PEREZA
“esto aquí, siempre se ha hecho así ” Seguro que en alguna ocasión
en tu primer día de trabajo alguien te ha dicho esta frase.
Estudios y estadísticas indican
que los humanos aprendemos imitando patrones y conductas de otros sin cuestionarlos,
siendo la imitación una estrategia para adaptarnos a nuestro entorno. Por este
motivo cuando empezamos un nuevo trabajo tenemos como mentor al jefe o algún
empleado veterano que nos enseña cómo funciona la empresa y nos indica lo que
nunca jamás tenemos que intentar cambiar porque SIEMPRE SE HA HECHO ASÍ y nadie
se ha cuestionado si se podría hacer mejor, siendo más productivo o beneficioso
para la empresa.
El imitar nos da seguridad ante
una nueva situación, nos hace sentir parte del equipo porque todos hacen lo
mismo, es muy importante para una persona sentirse integrada en la “manada”,
llámalo empresa, club, sociedad, agrupación, familia, etc.
Uno de los problemas de no
cuestionar es que la primera vez que haces algo nuevo y lo imitas, lo aprendes
de una forma que te costará mucho cambiar, porque es como cambiar de opinión,
algo que las personas no llevamos bien, “siempre
lo he hecho así, así es como aprendí a hacerlo” y esto nos lleva al
síndrome de “Sé que tengo razón”. Llegados a este punto estoy seguro que tienes
en mente alguna persona de tu entorno que acabo de describir casi
perfectamente. No te apures, mientras no seas tú, vamos bien.
En el mundo empresarial, sobre
todo el “emprendedurismo” [bonito
palabro], recomiendan imitar alguna idea que funcione ya que emprender un
nuevo negocio partiendo de una idea nueva e innovadora requiere una inversión
en I+D+I tremenda, por tanto mejor imitar un negocio que funcione y, eso sí,
mejorarlo en algún aspecto.
Defiendo la teoría de que todos
al crear algo nuevo, en el fondo imitamos algo conocido porque de algún modo ha
tenido que llegar la idea base a nuestra cabeza, bien porque lo hemos visto,
escuchado, olfateado, tocado y lo hemos mejorado o cambiado, que no significa
que lo mejores, hasta tal extremo que sea casi irreconocible al original. Imaginar
las horas de charla que da este tema, ya que tendríamos que remontarnos a la
prehistoria para encontrar bases, pero creo que la idea queda clara.
Retomando el tema principal, si
desde jóvenes nos enseñan o hemos querido aprender imitando las conductas y
patrones de los demás es normal que en tiempos de crisis nos cueste reconducir
la situación debido a que hacemos lo contrario de lo que sería recomendable, es
decir, para tiempos de crisis se recomienda cambiar de entorno, de rutinas, de
formas, de opiniones, todo para facilitar una adaptación a la nueva situación,
pero lo que la mayoría hace es, al sentirse amenazado, aferrarse a lo conocido,
defender su opinión sin más opciones y cerrar puertas y ventanas.
Que no nos extrañe el poco camino
recorrido o la sensación de estar atascados, atados y anclados cuando no somos
capaces de hacer un ejercicio de superación bajando las defensas del miedo.
Circula por la red (desconozco el
autor) una de tantas frases motivadoras, que no por circular por la red y ser
compartida por millones de personas es menos cierta y en esta ocasión nos
conviene recordar: “Si quieres llegar donde la mayoría no llega necesitas hacer
algo que la mayoría no hace”.
Aplica la teoría, vence tu pereza
y escoge un camino diferente porque el camino recorrido ya sabes dónde te
lleva.
A VENDER, QUE SON DOS DÍAS.
La solución está en lo que llamo la REINGENIERÍA DEL CAMBIO expuesta en mi blog:
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